Emitiendo mis alaridos por los techos de este mundo, como dijo Whitman. Con la imperiosa necesidad de escribir palabras para que no las barra el viento. Movido por la desesperación y la desesperanza, comparto esta meditación, sin otro interés que purgar. Acto alquímico, transformar el veneno en antídoto. Leí alguna vez que quienes estudian sin otro afán que emanciparse, difícilmente se sorprendan por coyunturas propias de una época, ya que la historia es cíclica. Las circunstancias cambian, pero los hechos, en esencia, se repiten; tendrán distintas vestiduras, pero la estructura es inalterable. La historia es recursiva, porque el alma del hombre no progresa.

Como la historia de Sísifo, apenas somos capaces de cargar la piedra hasta la cima de la montaña, una y otra vez. Quizás nuestro mayor acto de dignidad sea mejorar esa subida cada día, mostrando más hidalguía, más enjundia y más elegancia. De una u otra forma estamos librando una batalla contra un leviatán, endógeno y exógeno, pero un demonio al fin.

Maldita libertad, postrera muerte y hambre de emancipación, me azuzan como la espina en el dátil o el abrojo en el trasero. Me rehuso a escribir desde un lugar de superioridad intelectual o posición iluminada, pocas personas son tan deleznables como los escritores con autoridad moral. Soy un individuo que lucha pacíficamente por sus libertades, y con ellas, por las libertades de quienes me rodean. Detesto dividir al mundo entre buenos y malos, más aún, cuando quienes lo hacen tienen la impiedad de ponerse del lado de los buenos. No soy bueno ni malo, en tal caso, soy ambas cosas. Un simple ignorante en procura de conocimiento de sí mismo y destrezas para asir su entorno.

Hecho este prolegómeno, tengo la intención deliberada de denunciar la violación de los derechos humanos, tomándome así, licencia para hacer una serie de inferencias. De manera que, no escatimaré en epítetos, informaciones desclasificadas y una mirada heterodoxa del escenario que nos toca vivir. Sin temor o vergüenza a sufrir las represalias y el escarnio de los mentecatos. Una mayoría anestesiada por un discurso único, ingeniería social y una dictadura sin precedentes. Los otrora gendarmes del poder, hoy se visten de blanco, pantalla facial y doble barbijo.

Si bien usaré referencias y nombres propios, no tengo el propósito de enjuiciar a los perversos líderes de esta sociedad distópica, la que ejecuta su poder coercitivo a diestra y siniestra. El fin último es reflexionar juntos, abierto a cualquier refutación, para comprender de mejor manera la sociedad en la que vivimos. Abierto a controversias, pero prevaleciendo el pensamiento crítico y la argumentación lógica por sobre nuestras conveniencias, prejuicios y afinidades personales. De alguna manera, regirnos por el método científico para la búsqueda de la verdad, evitando así las discusiones de baja estofa, esas que solo revelan nuestro costado troglodita.

La población, en su mayoría, está aceptando la imposición de una dictadura de corte Hitleriana, Stalinista, sin otro objetivo que poner en práctica una agenda globalista. Ellos, un grupo de individuos con serias patologías mentales, convencidos de ser una autoridad divina; marcan el tempo de la vida de casi toda la población mundial. Esto no es algo que haya leído en el envoltorio de un alfajor o en una revista de cómics, sino que es el resumen de un proceso de investigación de años; leyendo, observando y uniendo efectos con causas. Totalmente dispuesto a nadar en la cloaca de nuestras más profundas miserias como seres humanos.

Cada dato al que haga mención estará debidamente acompañado de la fuente originaria de información. Si alguien descubre un error o ve algo digno de ser contradicho, por favor, hágamelo saber y refute. Eso sí, de no tener argumentos decentes, remítase a leer y cállese.

Comulgo con los estoicos, un estoico jamás diría que Hitler era malo, a lo sumo, diría que no era sabio, ¿eso qué significa? Significa que cuando el führer se levantaba a la mañana para cepillarse los dientes (supongamos que se cepillaba los dientes) y miraba su espejo, asentía con la cabeza que hacía lo mejor para Alemania. El problema radica en que no era capaz de darse cuenta que estaba enfermo. Totalmente falto de sabiduría. Cualquier persona sin sabiduría, en menor o mayor medida, de acuerdo a sus circunstancias, está en condiciones de hacer daño sin darse cuenta. Puede vivir toda la vida creída de su hidalguía, mientras somete a sus seres queridos o a un pueblo a la más profunda desesperanza. Sí, lamento darles esta noticia, no lo he inventado bajo los efectos de los estupefacientes, ni es el más mínimo acto de conspiración; los textos sagrados, la obra de Jung y otros tantos, hablan de esto. Sí, soy capaz de ver en el otro, la maldad que soy capaz de ejercer.

Hitler no era capaz de liberarse del resentimiento y la megalomanía que lo llevaron a dirigir atrocidades, con la ayuda de un séquito de súbditos dispuestos a la más cobarde obediencia debida. Por supuesto, los cómplices también tienen su cuota parte, ¿o creen que si hacen la vista gorda están libres de pecado? Su negación no es más ni menos que la negación que puede tener cualquier persona, en cualquier ámbito, incluso yo mismo en este momento, puedo estar negado cometiendo estupideces y siendo víctima de mi falta de sabiduría. De ser así, espero liberarme cuanto antes de esta negación y mi mayor acto de dignidad será buscar la emancipación. Conociendo la verdad conoceré todas las verdades, incluso las mías propias.

Por eso es que intento desnudar el circo creado a partir de esta martingala de mentiras.

El poder coercitivo y manipulador existe, ostensible o subrepticiamente, a pequeña o gran escala, convive a diario en nuestras vidas; desde el más mínimo ejercicio de poder de un miembro de la pareja, el de un jefe hacia su subalterno, el del director hacia el jefe, el de un padre hacia su hijo, el de los dueños de los fondos de inversión hacia los gobiernos o el de los gobiernos hacia los pueblos. En todos estos ámbitos puede verse el costado más espurio del poder. En toda la historia, oficial o revisionista, pueden observarse distintas relaciones de poder. El poder coercitivo se ejerce de muchas formas, pero la principal, la más ostensible, es la fuerza bélica; quien tiene mayor capacidad de destrucción se impone sobre aquel que ve diezmadas sus fuerzas. Existe otra fuerza poderosa e invisible, la de Maquiavelo, la del ingenio. Solo la manipulación a través del ingenio pudo hacer que en la Sudáfrica del apartheid, una pequeña parte de la población blanca, domine y oprima a la mayoría de la población negra.

“Divide sus fuerzas y vencerás”

Sun Tzu /El arte de la guerra

Así es como una mínima parte de la población somete al resto, nos mantienen divididos en pequeñas disputas superficiales creadas por ellos mismos, para que nos desangremos en luchas fratricidas; entre el policía y el ladrón, entre el empleado y el empleador, rehenes del mismo poder capaz de coercer y manipular.

El mal habita en todos, esta es la punta de la madeja, de no ser así, sería imposible que una ínfima minoría pueda subyugar al resto. Dicho de otra manera, tenemos los los líderes que nos merecemos, y posiblemente, de estar nosotros en su lugar, seríamos capaces de obrar de la misma forma, porque creemos las mismas mentiras que somos capaces de decir.

“Amaremos nuestra propia esclavitud.” Aldous Huxley

Nuestro propio mal nos vuelve vulnerables al consumo consciente del mal. Terminamos defendiendo y alimentando al leviatán que nos devora. Por eso, la primera lucha a librar es con nosotros mismos, preguntándonos:

¿Estoy alimentando al monstruo que me esclaviza?

Por eso el Tao no escinde al mal del bien, todo pertenece al mismo camino, no existe uno sin el otro, se complementan. Si soy capaz de visualizar el mal en el otro, es porque ese mal habita en mí y es el registro que me permite cotejar. Jung en casi toda su obra lo detalla y explica mucho mejor que yo.

“Ser o no ser, esa es la cuestión.” -se pregunta el príncipe de Dinamarca. ¿Entrego mi vida a cambio de la libertad o la conservo a cambio de la esclavitud? Esto trasciende al bien y al mal y se presenta como una alternativa elevada frente a la dicotomía. Sí, está bien, soy bien y mal, lo bueno y lo malo, pero, ¿qué hago con eso?, ¿me resignó a ser un indolente cobarde o tomo al toro por las astas? Tomar las riendas de mi vida conlleva una incesante lucha por la libertad, física y espiritual. Debo salir de mi espacio de pereza intelectual, de la anestesia cotidiana, no existe libertad sin renuncia.

Es noble reconocer que los hombres no se dividen entre valientes y cobardes, de algún modo, todos somos valientes y cobardes en algún punto. Empero utilizar esta ambigüedad como argumento es un acto despreciable. Infiero deliberadamente que la búsqueda de la verdad es la verdad, como la búsqueda de la virtud, es la virtud. Mi búsqueda es mi destino y fiel argumento que refuta la pereza del fango de la relatividad. La verdad no existe para el que no la busca, y para el que no la busca, cualquier cosa puede ser verdad. Como no existe esa búsqueda, para el inconsciente colectivo, la popularidad, el prestigio y el discurso oficial, son la maldita verdad.

Por eso vengo a patear el tablero del pensamiento oficial, el de la academia, el de los noticieros, el de los programas de entretenimiento, el de los lobistas, el de los prestigiosos, el de las logias, el de las mayorías.

El poder coercitivo del estado que se asocia con corporaciones privadas e instituciones financieras es una realidad innegable. Sus víctimas exceden los países africanos, árabes y latinoamericanos que, en todas las épocas, fueron sus esclavos proveedores de riqueza natural. Granero de los poderosos. En la actualidad su cloaca se extiende al resto del globo, pero esta vez, de forma consentida. La agenda globalista 2030 es el señuelo perfecto para ejecutar la más perversa doctrina de shock. La población mundial baila al ritmo de un grupo de filántropos (¿misántropos?) megalómanos, mentirosos, con serios trastornos mentales.

La soberanía de los países que no forman parte del gueto ha desaparecido, en esencia y forma. Apenas quedan eslóganes en algunos muros de héroes libertarios del pasado. Los gobernantes de los países se encargaron de vender el alma al diablo a cambio de prebendas para el confort de su micro universo y subsidios para sus paupérrimas administraciones (¿corrupción?).

De los gobernantes solo se puede esperar arengas demagógicas de bajo nivel oratorio para llevar, como borregos, al pueblo al matadero. Instituciones públicas, sindicatos, universidades, todos acordes a una agenda mundial eugenésica, asistencialista y estupidizada por la tecnología (One laptop per child). Somos indigentes mendigando a los bancos que lavan dinero del narcotráfico, la prostitución y el trabajo esclavo. Las drogas son el líquido vital de las economías de los países. Los jefes del mundo son filántropos, genios iluminados que, si hurgamos un poco, no son ni filántropos, ni genios, ni iluminados.

Tomemos por caso Bill Gates, uno de los principales financistas de la OMS a través de la fundación Bill & Melinda Gates, que junto a la Alianza Gaby, el Rotary International, Philanthropic Trust y organismos internacionales como la ONU, el Banco Mundial y la Comisión Europea, donan recursos para su funcionamiento.

¿De verdad crees que donan dinero desinteresadamente?

El globo está a merced de banqueros que manejan los fondos de inversión, calificadoras de riesgo y corporaciones que mueven ingentes cantidades de capital financiero para sobornar a los gobiernos y mantener endeudados a los países. De esta manera imponen sus políticas económicas y medioambientales y siguen expoliando sus riquezas minerales y mano de obra. Ellos redactan el catecismo que bebemos a través del cine de entretenimiento, los medios masivos de comunicación y la academia (escuela, liceo y universidad). La nueva moral pagana, individualista y entreguista de nuestros bienes más preciados a un grupo de cínicos.

“El rico domina a los pobres y el deudor es esclavo del acreedor”

Proverbios 22:7

«Se nos ha acusado a mí y a mi familia de actuar en contra de los intereses de Estados Unidos y en favor de una cábala de financieros e intelectuales que persiguen un nuevo orden mundial. Si esa es la acusación, me declaro culpable y estoy orgulloso de ello.»

David Rockefeller / Memoirs

Qué decir de la academia, institución encargada de fabricar engranajes funcionales para la maquinaria que tiene como propósito, producir, consumir y eliminar todo rastro de comunión entre las personas. Hoy la familia es una amenaza para el poder hegemónico, razón por la cual

se están aboliendo las constituciones, dado que para estas, la familia es su principal valor. Un paganismo materialista donde todo disidente sufre el escarnio público. Está prohibido cuestionar al poder o poner en tela de juicio el pensamiento oficial. El objetivo es hacer que asociemos verdad con prestigio y popularidad y oficialismo.

Déjenme inferir que es exactamente lo contrario. La verdad no se encuentra a la ligera y de manera matrizada, más bien se escabulle en pequeños recodos, no se anuncia, no hace propaganda, difícilmente aparezca en el mundo del entretenimiento o esté en manos de divulgadores de filosofía proselitistas. Más bien es el resultado de un camino largo, ardoroso, denodado. No está en la tele ni en el periódico; por más rimbombante que la disfracen, vivirá siempre libre de mecenas. No admite calificación ni taxonomías, obediencia debida ni escalafones; es ecuménica, atemporal y ácrata. Incalificable, irrefutable, elixir que nos permite dejar de ser zombies, muertos vivos.

Quien crea que la ciencia es verdadera porque lo dice la mayoría, es un imbécil. La ciencia es verdadera cuando cumple rigurosamente el método científico, conforme al disenso, al contraste, a la duda. No se declara postrera ni admite financiación del poder. Cuando arriba a una inconsistencia o falsedad, descarta su verdad y vuelve a producir otra hipótesis. No adultera el resultado con sofismas a conveniencia de ser objeto consumo. La verdad prescinde de grados, prestigio y popularidad y no pertenece a ninguna vanguardia.

Henry Kissinger, otrora secretario de estado de Estados Unidos, presentó a Gerald Ford un plan para que sus proveedores de materia prima no obtuviera el poderío suficiente como para poner en riesgo los intereses económicos y políticos de Estados Unidos. Así fue que el 10 de diciembre de 1974 presentó el NSSM 200 (National Security Study Memorandum):

“La tesis básica de la exposición fue que el crecimiento de la población en los países menos

desarrollados (PMA) representaba una preocupación de seguridad nacional de EE.UU., ya que incrementa el riesgo de disturbios civiles e inestabilidad política en los países que tenían un alto potencial para el desarrollo económico. La política da «máxima importancia» a las medidas de control poblacional y a la promoción de la anticoncepción entre países muy poblados, para controlar el rápido crecimiento poblacional, que los EE.UU. considera perjudicial para el crecimiento socio-político y económico de estos países y de los intereses nacionales de EE.UU., ya que la «economía de los EE.UU. requerirá grandes y crecientes cantidades de minerales del extranjero»

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Como resultado de este corolario, en noviembre de 1975 se implementa la operación Cóndor, estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos con el fin promover dictaduras que suprimieran sectores izquierdistas, así impulsar un modelo económico centrado en garantizar beneficios crecientes a los sectores más conservadores y de mayores recursos materiales.

El mismo Kissinger, otrora creador intelectual del memorándum NSSM 200, es hoy uno de los principales responsables de imponer la Agenda 2030.

Ideólogo intelectual junto a un grupo de filántropos de un gobierno único que logre instaurar una serie de objetivos, a priori loables, pero que en esencia esconden el más perverso sistema de aborregamiento y degradación de las libertades individuales, con el objetivo de generar un mundo sustentable a través de una logia de corporaciones financieras que dictarán los destinos de los países.

Envenenan al mundo con el sobreconsumo y ahora que el planeta está en jaque, buscan frugalidad, haciendo pagar el costo a las víctimas de siempre, débiles, niños y trabajadores.

¿No se les ocurrió pensar que el planeta está así a causa de su codicia, megalomanía y obscenidad?, ¿por qué no son frugales ellos?

Esta es la cúpula del mundo y nuestros gobernantes están bajo su égida. Ejecutan políticas

que violan los derechos humanos, enferman y empobrecen a los pueblos. Con el agravante de que se arrogan la potestad de gobernar al mundo sin los votos del pueblo. Sí, votamos a los gobernantes obsecuentes, víctimas de una grosera propaganda publicitaria. Somos cómplices por ignorantes, por indolentes y por perezosos.

“Nada podemos esperar, sino de nosotros mismos”

José Artigas

El software que actualmente programa nuestros cerebros para ejecutar esta agenda se llama Open Society, una fundación dirigida por George Soros, un filántropo (¿misántropo?) preocupado por causas sociales, pero en el fondo es un lobo hambriento de poder y riqueza. La Open Society presta dinero a cambio de deuda a los países con la condición de llevar a cabo políticas “inclusivas” y “democráticas”.

Desde que George Soros participa con acciones en Netflix y Amazon Prime, las plataformas no han parado de producir contenido sesgado de acuerdo a los objetivos de esta fundación. Sí, las otrora moralejas de los transfigurados cuentos infantiles inoculadas por Disney, hoy están a cargo de series y películas producidas por estas corporaciones que el grueso de la población consume compulsivamente. Catecismo ideológico puro y duro.

“Básicamente me dedico a hacer dinero y no mido las consecuencias sociales que esto conlleve.”

-dijo Soros en esta entrevista.

Los puntos de la agenda 2030 son el disfraz demagogo de un plan para crear una administración única, la que estará en manos de una logia de financistas, filántropos, especuladores y empresarios mega ricos. Haciendo desaparecer los pocos resquicios de soberanía nacional que aún conservan los países. Matando pequeños y medianos emprendedores y otorgándole a los pueblos un subsidio (limosna) para sobrevivir.

“No tendrás nada y serás feliz”

-dice el spot del Foro Económico Mundial.

¿Qué fue el Evento 201?

 El 18 de octubre de 2019, la organización Johns Hopkins, el Foro Económico Mundial y la fundación Bill y Melinda Gates, organizaron un simulacro de pandemia. Entren al sitio oficial y compruébenlo ustedes mismos. ¿No les resulta extraño?, poco tiempo antes de que se hiciera pública esta coyuntura, estas organizaciones ya estaban haciendo planificaciones. ¿Por qué ningún medio de comunicación habla del Evento 201?, ¿por qué ningún político habla del Evento 201?, ¿de verdad crees que lo acabo de inventar?

«Event 201 was a 3.5-hour pandemic tabletop exercise that simulated a series of dramatic, scenario-based facilitated discussions, confronting difficult, true-to-life dilemmas associated with response to a hypothetical, but scientifically plausible, pandemic. 15 global business, government, and public health leaders were players in the simulation exercise that highlighted unresolved real-world policy and economic issues that could be solved with sufficient political will, financial investment, and attention now and in the future.«

Extraído de su propio about www.centerforhealthsecurity.org

¿Cuáles son los objetivos que esconde la Open Society y la Agenda 2030?

Despoblación, biovigilancia, abolición de la propiedad privada y creación de un gobierno global.

Bill Gate es el principal aliado de Soros y quien tiene a cargo la dirección del desarrollo tecnológico que permite disminuir las emisiones de CO2 y trackear biométricamente a todos las personas.

“La población de hoy es de 6800 millones de personas y va camino a 9000 millones, ahora, si hacemos un gran trabajo en nuevas vacunas, cuidado de salud y servicios de salud reproductivos, podríamos disminuir esa cifra, quizás, 10 o 15%.”

-dijo Bill Gates en esta conferencia de TED en 2010.

“Una dictadura perfecta tendría la apariencia de una democracia, pero sería básicamente una prisión sin muros en la que los presos ni siquiera sueñan con escapar. Sería esencialmente un sistema de esclavitud, en el que gracias al consumo y el entretenimiento, los esclavos amarían su servidumbre.”

Aldous Huxley / Un Mundo Feliz (1932)

¿Los mismos responsables de envenenar el planeta y expoliar a países africanos para extraer ilegalmente sus minerales, son quienes tienen la solución para un mundo más igualitario y saludable?, ¿de verdad crees esto?

Nada que no nazca de la libertad de los individuos traerá paz y emancipación para los pueblos.

La estrategia no es bélica, sino consentida. Los gendarmes toman nuevas formas. Eso nos enseñó Aldous Huxley, entre líneas, en Un mundo feliz. Aceptaremos nuestra propia esclavitud.

Escuchen esta entrevista realizada por Mike Wallace al escritor en 1958.

Vivimos la tercera guerra mundial, pero de otra forma. Eso pronosticaron Bradbury, Orwell, Huxley, Foucault, entre tantos otros. Biovigilancia, ingeniería social, control, empobrecimiento y restricción de las libertades, a través de la doctrina del shock, antesala de la imposición de un nuevo sistema económico. Así ha sucedido en distintos períodos de la historia.

Pensamiento único, aislamiento, obsecuencia. Detrás de esta coyuntura aparece un sustantivo denominado “eugenesia”. Sí, somos muchos, como lo dijo el propio Bill Gates en el video anterior, sobramos y es necesario reducir las emisiones de CO2. Supongo que es el mismo CO2 que tragamos con los tapabocas.

Una vez alguien me dijo: «cuando quieras pedir un aumento, ve a hablar directamente con el dueño del circo, evita los mandos medios.» Ahora les digo: Cuando quieran conocer qué sucede realmente, vayan a preguntarle al amo. Observen con detención esta tapa de la revista

The Economist de marzo del 2020, famosa publicación de la familia Rothschild.